Pero este proyecto se gestaría mucho antes y durante una larga carrera de sacrificio y aprendizaje.
Nacido en Valencia en 1949, en una humilde familia, soldador desde los diez años, fue a los dieciséis cuando entró en el mundo de la hostelería como aprendiz en el restaurante Los Madriles (Valencia) con Pablo Martínez. «Con Pablo aprendí la ilusión en el trabajo, la importancia de hacer las cosas bien hechas y me inculcó que el cliente debe salir satisfecho siempre.»
A partir de ahí empezó toda una andadura por los mejores restaurantes de la época en la Comunidad Valenciana: marisquería Sol y Sombra (67), hotel El Montíboli (68), el primer hotel de lujo de la Costa Blanca. Fue aquí donde tuvo su gran maestro, Pedro Pérez y donde vivió lo que él llamaba su época dorada, tanto por todo lo que aprendió, como lo que vivió, así como lo seducido que se sintió por esas tierras. «Pedro Pérez ha sido un maestro excelente, siempre buscando la superación con gran fuerza de voluntad y transmitiendo exigencias e ilusiones. Fue mi punto de referencia en el comedor.»